Aspirar también ayuda a redistribuir las fibras de la alfombra para que vuelvan a quedar planas después de que se hayan desgastado con el paso del tiempo por el tránsito de personas o cuando se ha caminado sobre ellas con zapatos de tacón alto u otras suelas duras (como las de cuero). La frecuencia de la aspiración depende de lo sucia que esté la casa: si está muy desordenada, puede ser necesario pasar el aspirador todos los días; si no, una vez a la semana será suficiente, a no ser que haya animales domésticos que suelten pelo constantemente.
La frecuencia con la que debe aspirar su alfombra depende del tipo de alfombra y de la frecuencia de uso. En general, es recomendable pasar el aspirador una vez a la semana si hay niños o mascotas en casa, y dos veces a la semana si no hay niños pequeños ni mascotas. Si además de alfombras tiene suelos de madera, aspirarlos con más frecuencia también ayudará a mantenerlos limpios.
Si es posible, utilice un accesorio diseñado para cada tipo de suelo (por ejemplo, uno con cerdas suaves para alfombras). Asegúrese de que su aspiradora tiene suficiente potencia de succión; si no es así, considere la posibilidad de comprar una con más capacidad de succión para que pueda recoger las partículas de polvo, así como las bolas de pelo de las mascotas que mudan constantemente (como los gatos). El filtro debe limpiarse con regularidad para que estas pequeñas partículas no queden atrapadas en el interior de la máquina; de lo contrario, pueden obstruir el motor con el tiempo y provocar un rendimiento deficiente en general.
Mantenga limpias las alfombras. Limpie y aspire con regularidad, especialmente si tiene niños o mascotas en casa.
Limpie inmediatamente los derrames. Aunque sólo sea agua, debe asegurarse de eliminar rápidamente cualquier resto de humedad de la alfombra para que no provoque manchas o la aparición de moho más adelante.
Utilice un limpiador de alfombras con un buen detergente y un aspirador con un buen cepillo (como éste). Esto ayudará a eliminar cualquier suciedad o bacteria que se haya acumulado con el tiempo bajo sus pies.